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viernes, 14 de noviembre de 2014

Black Friday

Ya  viene  el viernes negro, y veo  un las noticias, e internet,  miles de anuncios y calentura desbocada por las ofertas  de  tan esperado día. Yo nunca he participado en un viernes negro, en un principio me emocionaba, era obvio soy  fémina y  los descuentos   no pueden pasar desapercibidos. Pero con el tiempo me di cuenta de que solo son objetos, claro a quien no le gusta tener cosas bonitas, claramente a todos. Pero algo que es cierto es que nosotros los humanos hemos perdido la capacidad de  disfrutar las cosas más sencillas de la vida.

Cuando era joven  todos nos sentábamos a la  mesa a  desayunar, comer o cenar, me entristece porque hasta en mi hogar ya no practicamos eso.
Siempre nos sentamos  frente al televisor. Es triste pero es una maldita costumbre que nos acaba.  Mis amigos tienen los mejores iPhone oh celulares con android que algún día yo tendré.  No me da rabia me da tristeza, ya no son las mismas platicas, oh tal vez alguien como yo que  exige atención máxima al momento de contar alguna historia entro en una paranoia extrema.

Pero  supongo que si tuviera un  cel.  con tantas aplicaciones  haría lo mismo. Por qué poco a poco toda esta mercadotecnia nos crea una profunda grita en las relaciones.
Pero aún me gusta  disfrutar  manos con llenas ásperas  con mi cuerpo y ligeramente sentir como se eriza mi piel,  me gusta la idea de sentir el aire frio cuando corro, y esa  euforia que me inunda, pequeñas dosis de adrenalina en mi cuerpo cuando robo un beso.

Nudos en la garganta  y ojos petrificados tan luminosos que  apostaría  que una lagrima rodaría.
Sé que son pequeñas cosas, cosas que pasan a diario pero son hermosas, tocar las flores, sentir  el césped con las palmas de mis manos. 

Pero de repente vuelven los flash back,   sangre, golpes, desesperación y  palabrerías   del viernes negro,  es cuando te das cuenta cómo  es que la mercadotecnia  nos tiene tan malditamente embobados, cuanto dependemos de los objetos, D: para  fingir “agilidad en nuestra vida”

Pero bueno  a pesar de todo tienen su lado bueno,  como me haría  escuchar, si no fuera por mi laptop y el internet, como  sabríamos lo estúpido que es mi gobierno sin Facebook, como sabríamos lo que pasa al otro lado del globo. Jamás imaginaríamos que  en algún lado personas hacen buenas obras.

Todo es bueno y malo, solo hay que ser consciente de usar apropiadamente los objetos que construimos.


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